El debate del estado de la nación no se celebrará ni en julio ni en septiembre.


                                                                           

Para comenzar debemos saber sobre la Constitución Española de 1978 dicta en el artículo 1.2: la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del estado. Por consiguiente, los ciudadanos son los que a través de las urnas votan al partido político. Que le representará en el Congreso o el Senado ya sean elecciones Nacionales o Autonómicas.

Pues bien,  en  España la ley orgánica del Régimen Electoral General ha optado por el voto categórico o de partido, que asegura la gobernabilidad.  En este sentido las listas están  cerradas y bloqueadas, favorecen al conjunto del partido. De ahí que en la CE artículo 66.1  añade: las cortes generales representan al pueblo Español y están formadas por los diputados del congreso y el senado. En este sentido los diputados  no poseen una acción parlamentaria libre e individual pues se deben al grupo parlamentario y éste a su vez a los ciudadanos. Sin ir más lejos, la expresión directa de la voluntad del pueblo es el Congreso de los diputados, no obstante sus  compromisos están configurados en la CE.

Nuestra democracia se basa en una monarquía parlamentaria que aboga por imbricación del Gobierno con las Cámaras con especial intensidad en el Congreso de los Diputados. El debate del estado de la nación  lo propone el Presidente del Gobierno para suscitar un balance de su gestión gubernamental. Además de tratar los asuntos que afectan al  ciudadano. Los portavoces de los grupos parlamentarios encuentran una  ocasión para  ejercer sus compromisos obtenidos en las urnas,  ya que representan otras ideologías políticas.

El Partido es elegido por los ciudadanos y sí obtiene una suficiencia de escaños en el Parlamento,  forma Gobierno. El artículo 108 de la Norma Suprema indica que: El Gobierno responde solidariamente en su gestión política ante el Congreso de los Diputados. Por lo tanto,  el Presidente del Gobierno al negarse a celebrar en el   Parlamento el debate del estado de la nación, como es habitual,  en España desde 1983. Éste se vale de su mayoría absoluta que representa una traba a la democracia y dejar de lado a los ciudadanos representados en el hemiciclo.

El congreso representa al pueblo Español y por lo tanto, es su voz la que al Gobierno corresponde escuchar y explicar su tarea como titular del Poder Ejecutivo. Por el contrario,  si un partido acumula un exceso de  poder,  tanto en el Gobierno central,  como en las autonomías se  puede tornar déspota. En la actualidad esto ocurre con Mariano Rajoy y el Partido Popular.

Pongamos por caso, el Gobierno de Felipe González,   que salió de las urnas 1982,  en representación  del Partido Socialista obrero español ganó las elecciones con un máximo histórico de 202  diputados, fue una mayoría absoluta en el plano Nacional. Al año siguiente,  en la práctica  también se hizo con la mayoría en casi todas las autonomías. En este mismo año, promovió un acto de consolidación de la democracia. Convocó a los grupos parlamentarios al primer debate del estado de la nación  y después de aquel debate se han celebrado otros 21 debates, con independencia del partido político que gobernara.

El debate del estado de la nación es una puesta en escena de la democracia representativa en el Ágora política. Éste no es un debate plasmado negro sobre blanco, ya que no está sometido a ninguna ley, ni reglamento. El debate del estado de la nación está modelado en una serie de usos y costumbres,  éste es anual,  las intervenciones de los portavoces suelen durar 20 minutos, todos disponen del mismo tiempo en sus manifestaciones, se alarga tres días que finaliza. Cuando el Presidente del Gobierno contesta a todas las cuestiones planteadas.  Sin embargo,  representa un impedimento,  sí el Gobierno rehúsa celebrarlo.

Lo único que hará el Gobierno  de Mariano Rajoy será explicar en apenas cinco horas, según el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso: el rescate a la banca española y los detalles acordados con el Eurogrupo el 11 de julio”. Sí ahora analizamos la coyuntura sobre este año 2012, el Partido Popular  valiéndose de la confianza de sus simpatizantes, que  le otorgaron  la mayoría absoluta en mayo de 2011 en las autonómicas y en noviembre en las generales. Esta mayoría absoluta no lo legitima para no dar cuentas de sus actos. El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy será el primer presidente de la democracia en evitar la cita anual con el Congreso de los Diputados.  Éste  pone  en tela de juicio su tarea como representante del Poder Ejecutivo,  elegido en democracia. Y cabe preguntarse ¿Mayoría absoluta es sinónimo de Totalitarismo?

                                                                                  María Loreto Verdú Pérez

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